¡Sherlock Holmes está muerto! o al menos nadie tiene noticias de él, y con el más grande detective de Londres fuera del camino, aquellos con mentes villanas deciden sembrar tanto terror como sea posible en la población.
Nosotros seremos ese genio malvado y nos centraremos en desarrollar la más mortífera máquina de guerra jamás construida por el hombre.
Tendremos que utilizar toda nuestra imaginación y astucia, pero también todos los recursos que tengamos a nuestra mano, como los agentes que cumplan nuestras ordenes para apoderarnos de edificios o finalizar nuestra máquina de guerra.
Todo nos ayudará a sembrar el pánico en plena época victoriana.
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Victorian Masterminds está en la zona dorada de los juegos: es lo suficientemente ligero como para tener un amplio atractivo y mantiene una profundidad de estrategia que hará que los jugadores vuelvan a por más.
¡Sherlock Holmes ha muerto! Sin su interferencia, tú, como mente maestra villana, puedes sembrar el caos en el mundo. Enviarás a tus secuaces a Londres, París, Moscú, Washington DC y Roma para completar tu plan maestro.
Victorian Masterminds pone a los jugadores en la mentalidad de un villano desbocado. Tus compañeros ayudarán ocasionalmente a tus planes, mientras que con más frecuencia te pondrán la zancadilla y te quitarán las cosas que tenías en mente. El jugador con el plan más retorcido y la ejecución más precisa prevalecerá y se convertirá en la verdadera Mente Maestra Victoriana.
Como aspirante a Mente Maestra Victoriana, enviarás a tus secuaces a las distintas ciudades del mundo para que ejecuten tu plan maestro utilizando sus puntos fuertes personales.
Tu plan maestro será una mezcla de varios elementos. Recogerás las piezas necesarias para montar una máquina que pondrá al mundo de rodillas. Aumentarás tu potencia de fuego para adelantarte a los servicios secretos.
Cuando te apetezca, tu maestro ladrón robará edificios enteros del tablero. Algunos edificios te dan recursos extra, mientras que el edificio especial exclusivo de cada lugar es un acto de puro caos. ¿Qué puede ser mejor que arrancar la Torre Eiffel entera del tablero o robar el Coliseo? Muahaha.
Pero eso no es todo lo que puedes hacer. Puedes buscar el Código Da Vinci. El códice vale unos cuantos puntos, pero el mayor avance viene de tener 5 libros.
Las miniaturas están bien hechas y vienen con una excelente bandeja de almacenamiento en el inserto para proteger las piezas más frágiles.
Los tornillos de perforación y el revestimiento de cobre son más pequeños que la mayoría de los componentes a los que estoy acostumbrado. Parecen funcionar perfectamente como están y reducen drásticamente el espacio necesario en el tablero de perforación y en el inserto.
Los científicos parecen sacados directamente de una franquicia de ficción que no mencionaré.. Están encarcelados y obligados a cumplir las órdenes de los jugadores.
Otra cosa que merece la pena destacar es que CMON no se limitó a hacer simples peones para los jugadores o a utilizar cartas para los esbirros. Hicieron engranajes de calidad con arte personalizado para cada uno de los esbirros del juego. Al fin y al cabo, estos esbirros no son más que engranajes en la máquina de tu plan maestro.
El conjunto de componentes de Genios Victorianos es:
Los momentos realmente buenos en Victorian Masterminds llegan cuando tus oponentes tienen varias fichas de esbirros en un descarte boca arriba. Y su último meeple o dos incluyen un saboteador que puede frustrar tus planes críticos.
Pero, ¿cuál de las localizaciones va a arruinar tu día? ¿Es la pila de Londres en la que quieres colocar desesperadamente a este esbirro? ¿O es tu plan alternativo de acumular potencia de fuego en Moscú? Uno es una trampa. El otro encierra tu destino como la mayor mente maestra.
No hay mucho que tomar en general. Siempre obtienes el beneficio básico de la ubicación que visitas, sólo requiere que aproveches bien la mayoría de tus acciones de bonificación para ganar.
En resumen, creo que Victorian Masterminds es uno de los nuevos juegos de entrada más divertidos que he jugado en mucho tiempo.
Los turnos duran como mucho veinte segundos, dada la sencillez de las opciones que ofrece. Aun así, hay mucho que pensar, ya sea perfeccionando una única estrategia de puntuación o distribuyendo tu atención en varias áreas a la vez.
La producción, como siempre con CMON, es ridículamente buena, lo que hace que Victorian Masterminds sea uno de los juegos más atractivos que puedas tener en una colección, así como uno de los más divertidos.
Aunque es estupendo para tres o cuatro jugadores, diría que disfruté un poco menos de Victorian Masterminds con dos jugadores, pero lo creas o no, se puede acabar en media hora.
Incluso con cuatro jugadores, es un juego de una hora como máximo. En general, Victorian Masterminds es un juego bonito y sencillo de aprender que ofrece más complejidad de la que se podría pensar.
Es un juego con un diseño ágil y bien probado y con mucha variación de una estrategia a otra. Una propuesta familiar divertida y única, por lo cual recomendamos Victorian Masterminds para cualquier colección.
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