Arquitectos del reino del oeste
Arquitectos del reino del oeste, es un eurogame que se basa en la construcción y que incorpora varias dinámicas que lo hacen muy divertido, sencillo de jugar, y apto para una gran variedad de tipos de jugadores.
A nosotros nos ha conquistado por su sencillez, diversión y duración (aproximadamente una hora).
Dinámica del juego
El gran éxito de este juego es sin duda su sistema de gestión de trabajadores.
A diferencia de otros eurogames que utilizan el sistema de trabajadores para avanzar en la partida, este juego de Shem Phillips permite, por una parte, multiplicar la efectividad de los trabajadores conforme los vamos agrupando, y por otra parte existe la posibilidad de secuestrarles los suyos a los rivales.
3 acciones giran entorno a la gestión de trabajadores:
- Colocar trabajadores, sin los colocamos juntos multiplican la cantidad de recursos que recoges por turno.
- Capturar rabajadores.
- Liberar trabajadores.
Sistema de trabajadores
La gran originalidad de Arquitectos del Reino del Oeste es su sistema de colocación "exponencial" de trabajadores, un tipo de colocación que yo llamaría "inversión".
La mayoría de las cajas de acción pueden contener cualquier número de trabajadores. Cuando coloque un trabajador en una de estas cajas de acción, realizará la acción correspondiente con una fuerza de 1. Si coloca un segundo trabajador más tarde (en cada turno, se coloca 1 trabajador), realizará la acción con una fuerza de 2, etc. El mejor ejemplo para ilustrar este sistema es para la cosecha de recursos: 1er trabajador = 1 recurso, 2º trabajador = 2 recursos, etc. ¡Si colocas un quinto trabajador, habrás cosechado un total de 15 recursos!
Capturar a los trabajadores
Todo esto sería escaso si Shem no hubiera tenido la genial idea de añadir la posibilidad de capturar a los trabajadores opuestos. Cuando realizas la acción de captura, tomas todos los trabajadores de un jugador del mismo cuadro de acción y los colocas en su tablero personal. Cuanto más trabajadores opuestos capture, más trabajadores capturará:
Cuanto más dinero puedas ganar poniendo a esos trabajadores de nuevo en la cárcel...
Cuanto más molestemos a nuestro oponentes más probable que puedan quedarse sin trabajadores...
En otras palabras, hacer la misma acción demasiadas veces derivará sin duda en diversas situaciones:
De gran ventaja
Vamos a ser capaces de realizar la acción con gran poder...
Un gran riesgo
Atraeremos la lujuria de nuestros oponentes que estarán tentados de capturar a nuestros trabajadores.
Y para los oponentes, es al revés. ¡No dudes en capturar a los trabajadores del oponente tan pronto como su número sea demasiado importante en un cuadro de acción y antes de que el jugador pueda aprovecharse de demasiados de ellos!
Liberar a los trabajadores
Y donde la idea de Shem es genial es que añade la posibilidad de liberar a tus trabajadores. Existen dos formas:
1. Gratis.
Cuando el jugador que capturó a sus trabajadores los lleve a la cárcel, ganará una moneda por trabajador. De esta forma podrás recuperarlos de forma gratuita.
2. Con 5 monedas.
Pero si tu rival guarda celosamente a sus trabajadores para evitar que los recuperes (lo cual suele ser muy tentador) aún tienes otra oportunidad de recuperarlos: pagar una moneda al banco y recuperar los trabajadores.
Esta es una acción que te costará mucho dinero y tendrás que evitarla siempre que te sea posible, dicho así parece dificil de lograr, pero tu oponente también habrá jugado de forma incorrecta si deja que pagues para recuperarlos, y es que tus trabajadores valen monedas cuando los gasta una acción para meterlos en la cárcel.
Toda esta divertida mecánica es siempre por lo tanto un acto de equilibrio:
- No pongas demasiados trabajadores en una lugar, pero sí los suficientes para realizar acciones poderosas antes de ser capturados...
- Captura a los trabajadores opuestos antes de que puedan realizar acciones demasiado poderosas, pero lo suficientemente tarde como para capturar a un número significativo de ellos.
- Mantener capturados a los trabajadores rivales el tiempo suficiente para constreñirlos en sus acciones, pero no demasiado tiempo como para perder la ocasión de cobrar por ellos.
Sistema de Reputación
El segundo mecanismo que utiliza Arquitectos del Reino del Oeste es el de la virtud o reputación. De esta forma mientras que unas acciones serán virtuosas y te harán ganar en virtud, otras te harán perderla.
Lo grandioso es que tanto si eres reputado como si no lo eres tienes tus propias ventajas y desventajas:
- Ser honrado te hará ganar muchas multas de estacionamiento, te facilitará pagar tus deudas y te permitirá construir la catedral. Pero ser virtuoso también significa abstenerse de ir al mercado negro y beneficiarse de sus fructíferas acciones.
- Ser un hombre de poca virtud te hará arriesgarte a hundirte en deudas, te hará perder Puntos de Victoria y te impedirá participar en la construcción de la catedral. Pero por otro lado, podrás prescindir de pagar impuestos y disfrutar de los beneficios del mercado negro a tu antojo.
Este sistema de ying y yang aporta más posibilidades de juego de las que a primera vista puedes suponer, aunque parezca que no ser virtuoso es más interesante que buscar la virtud a toda costa...
Otras reglas del juego
El resto del juego es mucho más clásico. Los jugadores recogerán recursos para gastarlos en la construcción de la catedral o en la construcción de edificios adquiridos mediante el sorteo de cartas de construcción. Esta aleatoriedad puede ser molesta dada la diferencia en los Puntos de Victoria que pueden aportar estos edificios (entre 2 y 14 PV por edificio, tanto sacando uno a 14 como a 2 aunque el coste sea obviamente diferente). Además, los edificios nos parecen mucho más interesantes que la catedral...
Los jugadores también pueden contratar asistentes que les darán ciertas ventajas a menudo relacionadas con la recolección de recursos. En general, no nos parecieron muy interesantes...
¡Construyamos en el Oeste!
Arquitectos del Reino Occidental no es un juego perfecto. La posibilidad de diferentes elecciones puede jugar un papel. Además, el creemos que el juego hubiera merecido una mejor atención en los diferentes equilibrios del juego: la catedral contra los edificios, la virtud contra la poca virtud, el interés de los asistentes... Pero su mecánica de inversión de los trabajadores ligada a la captura y liberación es simplemente brillante y aporta nuevas sensaciones lúdicas con la toma de riesgos por parte de los jugadores y la interacción en la cima. ¡No tienes que estar en el Oeste para apreciar a los arquitectos!
Rejugabilidad de Arquitectos del Reino del oeste
Al igual que el buen vino, Arquitectos del Reino Occidental mejora con la edad. Jugarlo de nuevo te permite probar otras estrategias y ver si funcionan. No hay una sola estrategia que prevalezca y todas tienen sus fortalezas y debilidades, especialmente si juegas con salidas asimétricas donde algunos personajes son muy ventajosos si construyes la catedral y otros tienen más interés en ser virtuosos (¿o no?). Incluso si estos tee-offs te encierran en una estrategia, las opciones siguen siendo muy variadas y puedes deshacerte de ellos si surgen ciertas oportunidades.
Además, todas estas mecánicas de virtud, inversión y captura de trabajadores, bonificaciones dadas por los artesanos y los edificios lo hacen un juego único y muy agradable ya que cada juego será diferente y se podrá disfrutar de efectos muy diferentes entre cada uno de ellos. Sin embargo, el juego es demasiado largo y acortarlo un poco habría eliminado una cierta repetitividad en la cosecha de los diferentes recursos.
En fin, sucumbo a los encantos de este juego y subo mi puntuación de 8 a 9 tanto que quiero jugar otra partida.